Si se quita el suave velo que la cubre, se revelan hermosas y bien definidas facciones, que hacen pensar que el viento tomó forma de mujer, eso es lo que ella parecía.
Era un hermosa mujer.
Era difícil una explicación de su apariencia, y desafortunadamente Gaara no tenía vocabulario suficiente para decir más que eso.
“Soy Hakuto, del clan Houki”
El negro intenso de su cabello brillaba como una perla negra, y descendía hasta sus hombros. El kimono que llevaba parecía sencillo y ordenado, pero cuando se observaba más de cerca se podía ver gran cantidad -aunque no demasiadas- de joyas tejidas.
Su piel era clara y bella, era delgada aunque no demasiado, y se podían ver los contornos algo borrosos de una ninja bajo su piel.
Hermosa.
Ésa fue la honesta primera impresión de Gaara.
No había afecto, ni malos pensamientos.
Era su especialidad mirar las cosas sin prejuicios. Era un hecho que la decoración en el rostro de Hakuto la hacían lucir como un dorado rayo de lirio. Estaba en un nivel superior.
El clan Houki era matrilineal, por lo que la escolta que la acompañaba eran mujeres mayores, excluidas. Sus padres habían muerto en la guerra. Gaara se encontraba en una situación similar. Temari era la única familiar que lo acompañaba. a Gaara no le había gustado la idea de que fueran más ni de que hubiera mediadores.
“Soy Gaara, el sucesor de Kazekage.”
“Espero que nos llevemos bien.”
“Ah, si…!”
Estaban sentados en la sala privada del restaurante, que tenía vista al lago.
Fue la primera vez que Gaara se había sentado con una mujer encantadora en un lugar como ese.
Ella tenía muchos principios en su comportamiento, así que debe ser una ninja médico.