Ellos no comprendían la situación, aunque los parientes de sangre de aquellos que murieron se volvieron feroces.
Los Demonios que se quedaron rígidos, volvieron a sus sentidos y se prepararon para perseguir a la causa. Y, buscaron a las chicas que aplastaron a sus compañeros en un instante. Debido a lo inesperado, ellos comenzaron a ver ilusiones de sus propias muertes, con la alta tensión, se olvidaron de incluso limpiarse su propio sudor mientras forzaban su vista. Y, frente a ellos, aparecieron Yue y Shia.
Sin embargo, para ellos, su aparición fue completamente inesperada. Porque, en lugar de esconderse del grupo que les perseguía, ellas se quedaron en el mismo lugar. Yue y Shia ni siquiera se molestaron en mirarlos. Al igual que la primera vez, ellas concentraron sus miradas en buscar algo fuera de la muralla. Sus espaldas expresaban más que las palabras.[6]
En otras palabras, a ellas no les importaba.
En el momento que ellos adivinaron eso, las expresiones de los Demonios, las cuales estaban rígidas por la tensión, se distorsionaron en ira y rabia. Mientras rompían en pedazos a sus compañeros, en los ojos de Yue y Shia, ellos no eran nada más que guijarros siendo pateados en la carretera. Como guerrero, o debido a su orgullo como Demonio siendo pisoteado, el calor se extiende por todo su cuerpo y hierve su sangre.
“¡¡Malditas seáis—!!”
“¡¡U~ooooooo!!”
“¡¡Morid–!!”
Mientras están consumidos por la ira, sus habilidades como soldados eran naturales y se colocaron en sus posiciones, mostrando un gran trabajo en equipo. Formaron un cuadrado en todos los lados para rodearlos y luego todos dispararon su magia al mismo tiempo. La magia de los Demonios era excelente. Normalmente, la escena causaría que la expresión de gente se tuerca en la desesperación.
Sin embargo, ellos estaban sorprendidos por la aburrida expresión de Yue. Entonces, ella tensó su dedo con un delgado bastón.