Sospeche de esta enfermedad cuando el animal tienda a balancear el peso
de su cuerpo hacia las patas delanteras, y no se mueva normalmente. Al
examinar el animal notará la presencia de llagas bajo las patas traseras.
Se cree que existe una predisposición genética para esta condición. Otros
factores que predisponen a esta enfermedad son el tipo de alambre que
utilice para construir las jaulas, la limpieza de éstas, y la condición física
de la jaula (con moho, rota...).
Una vez ocurre la condición, resulta difícil curarla. Colocar tablas sobre
el piso de la jaula, o colocar el conejo en el piso sobre aserrín de madera o
paja seca, ayuda a eliminar esta condición. El uso de ungüentos y cremas
medicadas en algunos casos sana la condición. Sin embargo, lo más
práctico es eliminar el animal. Esta enfermedad es común en razas
gigantes, como la Flamenco.