“Pero, si yo me caso primero, la tradición de casar del mayor al menos sería perturbada. Primero, deberían buscar que mi hermano mayor Kankurou siente cabeza.”
Gaara dijo eso, pero no estaba buscando particularmente el empujar este problemático asunto sobre su hermano mayor. Kankurou tenía una suave y elocuente lengua que Gaara no poseía. El que era capaz de salir con shinobi más jóvenes y escuchar sus problemas era Kankurou, no Gaara.
Gaara había querido ser capaz de hacer tales cosas también, pero cada vez que lo intentaba, las cosas no resultaban bien. Los otros shinobi respetaban demasiado a Gaara, y no querían molestarlo al mirarlo a los ojos.
“Claro que no eres Kankurou. Gaara, tú eres tú. Yo tampoco soy Kankurou, sabes.” Naruto había dicho en algún momento en el pasado, riendo. “Como, hay amigos con los que sales y juegas, pero también hay amigos que se mantienen contigo durante los momentos difíciles, de tipo del que realmente estás agradecido. Gaara, si me preguntas qué tipo eres, definitivamente eres del segundo tipo.”
Esas palabras podrían haber sido parte de una conversación cotidiana para Naturo, pero para Gaara, fueron como una salvación.
Sobre todo lo demás, Naruto pensaba en Gaara como un amigo, y el hecho de que dijo esas palabras sin ninguna vacilación lo hizo extremadamente feliz.
Pero Kankurou poseía más popularidad, y Kankurou parecía como la mejor opción aquí. Nada hacía a Gaara pensarlo más que su objetiva disposición como shinobi.
“Lo pensamos también. Sin embargo, Kankurou se opuso.”
“…Oh.” Gaara respondió después de una pausa. Se había dado cuenta de forma abrupta de que Kankurou fue el que le pasó este asunto problemático a él.
Sin importar como lo vieses, Kankurou era una persona muy caprichosa. A pesar de que tenía el mismo atractivo que Gaara, Kankurou se dio todo el trabajo de esconderlo bajo su maquillaje, y tontear.