Para lograr este objetivo, la Administración norteamericana planea reducir su tropa en tierra entre 3.000 y 4.000 soldados en los próximos años y reemplazarlos por robots y plataformas sin tripulación. «Tengo claro que se podrían realizar de forma robótica muchas de las tareas» y que, con esto, se tiene que «repensar» el tamaño de la infantería.