Bien, ya que no me respondes el inbox, tendré que decírtelo por acá, tragándome el orgullo, y la vergüenza que me da exponer mi vida ante personas desconocidas, a riesgo de hacer el ridículo. Pero se dice que por amor todo se arriesga, y esta vez no huiré como antes, llevándome el dolor conmigo. Esta vez prefiero sacarlo fuera, aunque salga herido en el proceso. Esta vez si me arriesgo a cruzar el río.
Cuando nos conocimos, jamás llegué a imaginar que me empezarías a agradar, pero conforme fue pasando el tiempo, ese simple agrado se comenzó a transformar en cariño sincero. Si bien es cierto, desde un principio dije que no quería nada serio ni formal con nadie, al conocerte esa determinación se me fue al caño. Todo lo que pensaba, lo que haría, todo lo pusiste de cabeza. No sé que fue, pero imagino que fue tu ternura la que lentamente comenzó a ganar territorio en un corazón que yo creí frío y carente de sentimientos.Es cierto, al principio buscaba a Camus, quizá como un sustituto del que alguna vez dejó mi corazón congelado. Buscaba la vieja chispa que sentía cuando estaba con él, pero a medida que se daban las cosas, me di cuenta que el frío a su lado no se iba, y que solo tu recuerdo, el simple hecho de imaginarte sonriendo a mi lado era suficiente combustible para derretirme por completo. No sé si me di cuenta tarde. Ruego a Dios que no sea así.
Y sí, me puse malditamente celoso cuando esa mujer te coqueteó. Quise reventarle la cara en el suelo, alejarte de ella, y tomarte en mis brazos, llevándonos muy lejos de todo el mundo ... de los Camus, de las Athenas ... de todos!!!
Esos celos no hicieron más que confirmar mis sospechas ... Ya estabas metido en mi corazón, y sería difícil reemplazarte con alguien más. Ni quiero eso tampoco. Quiero que seas tú quien me derrita, quien llene mi mundo con una sonrisa, que coloree mi universo con su ternura.
Bien, ya que no me respondes el inbox, tendré que decírtelo por acá, tragándome el orgullo, y la vergüenza que me da exponer mi vida ante personas desconocidas, a riesgo de hacer el ridículo. Pero se dice que por amor todo se arriesga, y esta vez no huiré como antes, llevándome el dolor conmigo. Esta vez prefiero sacarlo fuera, aunque salga herido en el proceso. Esta vez si me arriesgo a cruzar el río.
Cuando nos conocimos, jamás llegué a imaginar que me empezarías a agradar, pero conforme fue pasando el tiempo, ese simple agrado se comenzó a transformar en cariño sincero. Si bien es cierto, desde un principio dije que no quería nada serio ni formal con nadie, al conocerte esa determinación se me fue al caño. Todo lo que pensaba, lo que haría, todo lo pusiste de cabeza. No sé que fue, pero imagino que fue tu ternura la que lentamente comenzó a ganar territorio en un corazón que yo creí frío y carente de sentimientos.Es cierto, al principio buscaba a Camus, quizá como un sustituto del que alguna vez dejó mi corazón congelado. Buscaba la vieja chispa que sentía cuando estaba con él, pero a medida que se daban las cosas, me di cuenta que el frío a su lado no se iba, y que solo tu recuerdo, el simple hecho de imaginarte sonriendo a mi lado era suficiente combustible para derretirme por completo. No sé si me di cuenta tarde. Ruego a Dios que no sea así.
Y sí, me puse malditamente celoso cuando esa mujer te coqueteó. Quise reventarle la cara en el suelo, alejarte de ella, y tomarte en mis brazos, llevándonos muy lejos de todo el mundo ... de los Camus, de las Athenas ... de todos!!!
Esos celos no hicieron más que confirmar mis sospechas ... Ya estabas metido en mi corazón, y sería difícil reemplazarte con alguien más. Ni quiero eso tampoco. Quiero que seas tú quien me derrita, quien llene mi mundo con una sonrisa, que coloree mi universo con su ternura.
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